05/10/2014

viaje

La forma de vivir de cada persona es tan diversa, el mundo cada vez es más ambiguo y las intenciones pasan más inadvertidas. Las raíces toman más importancia, las malezas se van... al final es verdad que el tiempo dice todo, y a la fuerza. De pronto pienso en lo justo e injusto, en el sentido de las cosas... en que las personas que se ven enfrentadas en crisis necesitan desarrollar y cuidar una dimensión espiritual para mantener su equilibrio emocional... ¿será necesario mantener el control?, ¿será necesario centrarse?, ¿será necesario forzar las cosas?, ¿qué pasaría si fuéramos nosotros mismos?, si los locos no fueran tratados como locos, o que las reglas de la sociedad desaparecieran... es como el arte... no hay arte feo, sólo es. Trato de ordenar mis ideas pero son muchas, hace poco, en una clase de composición un profesor dijo eso y me sentí completamente identificada: muchas ideas rondando en tu mente y ya no sabes cual tomar, o cual es la primordial para explicar una idea (cuando chiquita me decían que mi contención era el ORDEN). 
Llevo la nada misma recorriendo de todo lo que queda por caminar, vamos a paso brusco, pero vamos igual. Es verdad eso que dicen que estando lejos de todo puedes encontrarte, es verdad que la tranquilidad se encuentra mientras menos te la esperas y más vives, es verdad que los viajes son el mejor remedio para las angustias, es verdad que las palabras dejan insatisfecha a la gente, es verdad que los vacíos son justificados, es verdad que existe gente buena. A veces uno descubre cosas importantes del presente, llegó la hora.

automotivación como motor del viaje.


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