Recuerdo a personas demasiado secas y que nunca uno valora (aunque igual le di un beso en la mejilla y lo abracé con mucha emoción, como una niña pequeña recibiendo un dulce, ya, así), recuerdo esas tardes de calor que me daba terror mostrar mi cara, recuerdo esas cosas bonitas que pasamos juntos (así, sin lágrimas), recuerdo esa sonrisa fucsia y esos dientes particulares que, sinceramente, ¡me gustaban caleta!, recuerdo siempre esas fantasías que al final terminaron con una palabra súper amigable, recuerdo esos gestos y miradas que no fueron encontradas según yo, porque, ¿quién más lo podría pensar?, nadie. Mi mente y cerebro (porque son lo mismo, leeré el error de Descartes para corroborarlo, así de nerd) tienen recuerdos que quieren borrar, hay que hacerse la idea no más y pum! ahí está (no, ya no están si se fueron). Recuerdo también esas sensaciones extrañas en un parque, hablar, hablar y hablar y ahora no hablar, no hablar y no hablar, que rara es la vida. También recuerdo cuando lloraba de felicidad, porque era feliz simplemente, recuerdo a mis amigos (I'm so happy, cause today I found my friend...) y los consejos que giran y giran en un Cd, dan vueltas&vueltas porque este es redondo y de muchos colores como nuestras vidas y la música. Recuerdo que antes no sabía nada, y ahora siempre que me sé de memoria: mi futuro y mi presente, recuerdo que da lo mismo si "should I stay, o should I go", recuerdo simplemente que "La vida es como una caaaaaaaaaaaaaaaja de bombones, nunca sabes lo que te va a tocar (...)", como dije Forest, y tá'.
1 commentaire:
En verdad... tienes demasiada razón Yan. No te das ni cuenta y las cosas ya no son lo que fueron en algún momento. Pero por algo ocurren cambios, por algo uno pierde algo, para ganar otra cosa, sea para bien o para mal, debemos aceptarlo, o si no, o si no qué? Tratar de que las cosas no se vayan asi de simple. Pero a veces uno no puede controlar todo, y es lo peor.
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