HOY: No quiero comer, no quiero leer, no quiero dibujar, no quiero despertar, no quiero pintar, no quiero sacar fotos, no quiero escribir (y lo hago), no quiero trabajar, no quiero cocinar, no quiero estudiar, no quiero leer a Borges (a ni un poeta en general), no quiero leer novelas de Stephen King, no quiero hablar, no quiero pensar, no quiero contestar el celular, no quiero ponerme los lentes antes de estar en el computador, no quiero mirarme al espejo, no quiero salir, no quiero carretear... es curioso porque aún siendo una actitud pusilánime, estoy feliz. Me voy a dormir, total, no tengo nada que hacer (¿déja darme aunque sea un día de respiros?).

Ordenando mis cosas, me encontré con varias sorpresas, entre esas estaba el cuaderno que usé por muchos años para escribir cualquier cosa de mi vida, lo leí y quedé totalmente impactada pensando en la manera de como, siendo tan chica, podía imaginar tantas cosas y pensar demasiado. También encontré cuadernos del colegio, miré las hojas traseras y me reí mucho al ver que jugaba a probar los lápices escribiendo tonteras (tenía como 10 años, y no pienso contarles que "tonteras" escribía), encontré cartas de amoríos, de amigas, de mis papás, una agenda donde escribía muy ordenadamente todo lo que hacía y sentía (ahora dudo que siendo tan chica pudiera haber SENTIDO algo)... cuando me gustaba un niño escribía sobre él (pero de chica que fue tema secundario, terciario, no sé), lo conocía y me dejaba de gustar cuando sabía más de él, yo pienso que me gustaba tener amores platónicos, nada más, porque cuando había algo más, me alejaba yo inconcientemente. Escarbando más, encontré unos cuentos y notas de una mujer amateur en la lectura y escritura, no me acuerdo cómo llegué a tener esos textos pero me llamaron mucho la atención. ¿qué mujer habrá sido?, esa de tus sueños, está en cualquier parte del mundo, es un fantásma, invisible:
"...No pude evitar observar con lentitud aquellos ojos negros que me gustan tanto (aunque no los viera directamente), aquellos ojos que reflejan la noche sin estrellas, reflejan lo que no existe (ausencia de luz), reflejan un estado más bien inconsecuente, reflejan todo lo que no puedo imaginar. A veces no podía comprender por qué actuaba de esa manera, tan melosa, tan distinta comparada como yo realmente era: una mujer a veces dura en estos temas de amor, distraída y algo esquiva, pero menos contigo en ese momento..."
Sin mentir, lo leí alrededor de 20 veces entero, era un cuento largo. Me preguntaba quién habrá sido el hombre (o mujer) inspirador de esa unión de letras, porque por lo que decía era algo muy importante lo que creía sentir, pero la otra persona enrealidad estaba en otra parada frente a la vida, no le importaba.
Que difícil escribir sin tener algún motivo, o leer un poema (de Amado Nervo, como lo hago ahora) sin tener a tu misterioso alguien en tu cuerpo y mente (ESENCIA). ¡Esos poetas realmente son unos genios!, dice la gente, pero yo no encuentro que sea así, sino que estaban inspirados nada más; es como cuando alguien tiene facilidad para dibujar, la gente te alaba mucho como si estuvieses haciendo lo más enrevesado del mundo y para tí es lo más fácil, en verdad no entiendes nada.
Si tuvieramos en cuenta la realidad de cada persona no nos sorprenderíamos de todo, no despreciaríamos ni adularíamos a alguien en especial... como dijo Shakespeare: "No existe nada bueno ni malo; es el pensamiento humano el que lo hace aparecer así".