01/11/2010

¿Por qué pesa tanto si no debería? después de 2 pares de años ya, oye ¿para por favor? para de jugar, para de hacer jugar, para de pensar porque no DEBES hacerlo, y menos en esos momentos ni tampoco por ese ente que afirmó con ganas la base de mi desconfianza. De ser tan pequeños, de ser tan grandes, de ser tan maduros y a la vez inmaduros, ahora me estás ganando, pero algún día cobraré la revancha otra vez. ¿Dejarte en paz para que vuelvas? no gracias, déjame estar sola así, así con un un gesto, así con unas miradas infantiles de antaño, así con nuestras simples inocencias que en mí permanecen pero en tí se está yendo, así como un simple abrazo en medio de la calle a oscuras, así como una carta con olor a cigarro, así como estar sin ganas de habl.arte siempre, así como estar tan seca, pero tan seca como lo estabas tú, ASÍASÍ. Soy la experta en psicología inversa, si sigo así nunca podré avanzar, no quiero que me acompañes en este soliloquio.