26/05/2010

Comienzo a pensar, pensarpen, sar, pen, sarpensarpen, pensarpensarpensarpenasrrrrrrr y de todas formas sigo iguali gual iguali. Comer pastel con azúcar flor, te das cuenta que cada vez te envenena más el corazón, se vuelve verde, amarillo y rojo y mejor te vas a volar como planteando una solución más sana (aunque para otras personas no sea tan así). Estar inmerso en el cielo donde un paradero definido parece muy lejos (esperas y esperas el bus, con tu destino), pero está más cerca de lo que piensas y la cosa no es que no lo encuentres, sino que no quieres encontrarlo y darte cuenta que todo está en tus manos, todo (pero al fin y al cabo son sólo palabras que brotan de la cabeza y mis dedos, no de lo que está rodeado por el pericardio, uf!).

18/05/2010

Oye, ¿no te das cuenta?, ¡tss! ¿cómo tanto? hay que ser bien especial como para no hacerlo, digo yo.
Lluvias van cayendo en torno a tí otra vez, caen como cae azúcar al café.