23/08/2009

Imagina

Imagino vivir en un CD, pero sobre el CD, no en su absoluto contenido, girando, así como cuando las pequeñas basuritas forman un pequeño remolino en las pequeñas veredas y en tu pequeña mente cuando no piensas nada y es lo único que puedes ver. Sería realmente original, peculiar, femomenal y todo lo que se le parezca, porque cada vez que avanzas sería en forma circular y llegarías al mismo punto donde partiste, y en algunas situaciones de la vida eso es, muchas veces, verdadero. Podríamos ser dos los que habitaríamos ahí y estaríamos al ritmo de toda la música, nos dejaríamos llevar siempre en círculos, ver la cantidad de colores que se reflejan casi por asuntos físicos, y por asuntos físicos también nos cansaríamos mucho de correr y correr con canciones de fondo. ¿Puedo ser la que gire en sentido contrario?, para así cuando vengas por el otro lado, encontrarte, que choquemos de forma casi casual, y vayas conmigo, salgamos del CD y de su forma circular y reflejarnos en un mundo de arcoiris en la pared, subiendo hasta llegar a las nubes y luego llover.
No, mejor no, mejor esta señorita de plasticina se esconderá debajo de su cama en donde tiene a los suyos y no irá más allá de donde puede ir, no dará más de lo que puede dar y no estará más de lo que puede estar. Bajará de la nube la cual nunca subió, evaporarse como nunca, jugará como una marioneta, y como es de plasticina, también no puede hacer nada ni concretarlo a pesar de que la sigan moldeando a diversos gustos, parece ecléctica.

21/08/2009


Mira, ¡la marioneta quiere moverse por sí sola!, no, no la dejes porque tú siempre la tienes que controlar. Ella no debe moverse por sí misma, debes controlarla con monotonía para que no pueda ser feliz, aunque la veas sonreir porque su cara es sólo una pintura la que jamás podrás borrar y no la dejan demostrar lo que tiene en su corazoncito; son pocas las veces en la que la verás llorar. Sólo juega.

14/08/2009

¡Cachai...

que tengo un súper secreto!, que me gustan las partes con pasto y flores, así como en las novelas pastoriles, pero sin alergias y con muchas alegrías, me gusta el color naranjo y celeste (aunque siempre los confunda), que me encanta el cappuccino y de nuevo mirar las flores y el pasto, aunque soy súperhiper tonta y no les hable mucho, nunca mucho.